Los bueyes y el eje de la carreta

En un largo viaje, un carretero dedicaba el tiempo en transportar cargas extras para conseguir ganarse un poco más de dinero por el camino que conducía hasta su destino principal. Al pasar por el último pueblo, la carga que sus vecinos subieron a su carreta era tan enorme, que los bueyes resoplaban cada vez más fuerte a en paso que daban.

Pero no eran los únicos a los que el peso les hacía mella, también la carreta parecía estar a punto de desarmarse a juzgar por el enorme chirrido que emitía uno de sus ejes. Tras un trecho largo de camino, los bueyes dieron la vuelta a su cabeza para descubrir que es lo que estaba sucediendo a sus espaldas. Descubierto quien era el culpable del problema le dijeron a la carreta:

-Valiente sinvergüenza es esta carreta. Llevamos largos kilómetros cargando esta carga sobrehumana sin emitir ni un solo ruido que indique lo mucho que nos está costando arrastrarla y ella lleva desde que salimos del pueblo quejándose sin cesar.

MORALEJA

Guárdate de los que siempre parezcan estar cansados, pues es una estratagema para que su trabajo lo hagan otros.