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Escandalizado por tan cruel comportamiento, el escarabajo dedicó los siguientes meses de su vida a observar al águila para encontrar el mejor momento para vengarse. Un día, mientras el águila se marchó para buscar algo de comer, el escarabajo bajó hasta su nido y empujó los huevos de su enemiga al suelo. Así fueron pasando los años hasta que el águila, harta de esta situación le pidió a Zeus que le diera una solución para su problema.El Dios decidió acoger los huevos del ave en su regazo, para que estuvieran más seguros. A pesar de sus precauciones, el escarabajo le lanzó una bola de barro a Zeus, el cual se levantó rápidamente para limpiarse, lanzando sin querer los huevos al suelo. Desde entonces, las águilas jamás ponen sus huevos cerca de los escarabajos.
MORALEJA

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Nunca menosprecies aquello que parece poco importante

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Estan bonitas tus fabula esopo
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