La vibora y la culebra de agua

Todos los días, acudía una víbora a saciar su sed a las aguas de un manantial. Un manantial en el que moraba una culebra de agua a la que molestaba enormemente la presencia de la víbora, ya que pensaba que tenía más que suficiente con su dominio de la tierra.

Tal mal se pusieron las cosas, que decidieron resolver sus diferencias en un combate, en el que la ganadora se quedaría con la posesión del manantial. Una vez fijada la cita, las ranas, a las que no les caía bien la culebra, se acercaron a la víbora para prometerle que le ayudarían a derrotar a su enemiga.
Comenzaron a luchar y el grupo de las ranas tan solo animaba desde lejos a su favorita. Victoriosa la víbora, comenzó a lanzarles todo tipo de improperios a las ranas por no cumplir con lo que le habían prometido.

Cuando esta se hubo calmado, las ranas contestaron:

-Nosotras te hemos ayudado tal y como prometimos. La culpa es tuya si creíste que en lugar de animarte, pensaste que íbamos a pelear por ti.

MORALEJA
Tan importante es el incentivo como la tarea
La víbora y la culebra de agua
Te puede interesar: La culebra y el hombre

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Si tienes alguna fabula o creación literaria propia que quieres que te lo publiquemos aquí, pues solo es necesario que nos las envié

-->
Si te gusta lo que lees, danos un +1