>
Días después, la fortuna le hizo caer nuevamente en otro cepo. Como sabía que Apolo no iba a estar dispuesto a escucharle, busco en su memoria e invoco en esta ocasión a Hermes, al que ofreció un sacrificio si lo sacaba de aquel terrible artilugio. Escuchó el dios sus suplicas y tras sopesarlo un buen rato exclamo:-¿Cómo pretendes que crea en tu palabra cuervo mentiroso? Si no fuiste capaz de hacer algo tan simple como quemar incienso en honor de Apolo, ¿por qué ahora piensas que vas a conseguir con una promesa mucho mayor que me apiade de ti?
MORALEJA


No hay comentarios :
Publicar un comentario
Si tienes alguna fabula o creación literaria propia que quieres que te lo publiquemos aquí, pues solo es necesario que nos las envié