El lobo petulante y el león

En la hora del ocaso, en la que el sol se va escondiendo poco a poco en el horizonte, todo aquello que se encuentre sobre la Tierra arroja una sombra más larga de lo normal.

Un lobo que se encontraba en ese momento volviendo hacia a su hogar, mirando la gran envergadura que tenía su sombra, dijo orgulloso:

- ¿En qué cabeza cabe que un lobo de mi tamaño tenga que temerle alguien tan insignificante como elleón? Desde este mismo momento, me proclamo a mí mismo rey de todos los animales y declaro que el que todos reconocen como su rey, será obligado a adorar mi magnífica figura.

Mientras se entretenía en pensar todas estas tonterías, un enorme león, que lo observaba desde hace un buen rato, le abalanzó sobre él con mucha rapidez y mientras lo devoraba con gran deleite le decía:

- ¿No querías que adorara tu formidable figura? Pues ahora mismo lo estoy haciendo. En su final el lobo se lamentaba de esta manera:

- Me merezco todo lo malo que me pase, por ver en mí cosas que no soy
MORALEJA
Nunca aprecies tus virtudes por como las ven tus ojos, ya que estos te harán verlas distorsionadas
El lobo petulante y el león

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