Un día, cuando el frío era insoportable y la humedad se introducía hasta casi el interior de los huesos, apareció un caballo pidiendo refugio en la casa del hombre. Muy astuto, este último aceptó resguardarlo, siempre y cuando el caballo le cediera una parte de los años que le correspondían vivir. Aceptó el caballo y los años del hombre aumentaron.
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Pasaron por allí un buey y un perro pidiendo refugio, volviendo el hombre a realizar la misma petición. Como a los animales no les importaba demasiado la longitud de su vida, aceptaron gustosos la petición de su nuevo amigo.Es por eso, que cuando los hombres están dentro del período asignado por Zeus, son buenos y sin maldad; al llegar a los años del caballo se vuelven osados y vanidosos; en los del buey solo ordenan y finalmente en los del perro, su carácter se hace mucho más susceptible.
MORALEJA
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Cada una de las etapas del hombre tiene sus propias características
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hermosa fabula
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