>
A todos les pareció bien y sellaron el pacto con la confianza de que ninguno de ellos lo traicionaría.Un día, el león llegó al prado y se dispuso a atacar a los bueyes, pero éstos, fieles a su palabra, acudieron en ayuda unos de otros, embistiendo al león de tal forma que a éste le resultó imposible cazar a ninguno de ellos.
El león, tras regresar varias veces y encontrarse con que la unión de los bueyes le impedía dar caza a ninguno, buscó el modo de separarlos. Y así, fue acercándose a cada uno por separado para decirles que los otros hablaban mal de él a sus espaldas.
Los bueyes, que habían jurado estar unidos para siempre, terminaron por distanciarse, y así, sin la ayuda de sus compañeros, fueron cayendo víctima de las zarpas del León.
El último de ellos, justo antes de morir, comprendió la maniobra del león y dijo:
“Sólo nosotros somos culpables por dar crédito a nuestro enemigo. Consiguió separarnos y entonces fuimos presa fácil”
MORALEJA
Te puede interesar: El avaro y el león de oro
La unión hace la fuerza. No dejes que la intriga la tuerza
Te puede interesar: El avaro y el león de oro