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Oh amiga águila la jabalina que habita abajo no cesa de cavar para derribar el árbol y devorar a vuestros hijos, ¡tenga cuidado! y dicho esto se fue pero la águila se quedo muy preocupada. Luego la gata se dirigió a visitar a la jabalina que al verla le comentóOh comadre eh platicado con la águila y me confesó que esta esperando el momento en que te marches para devorar a tus jabatos, ¡sea cuidadosa¡.
Dicho esto tanto la jabalina como la águila temiendo por la vida de sus crías, optaron por no salir de sus refugios... pereciendo todos de hambre, en cambio la gata y sus críos se hartaron con los despojos de quienes dieron oídos a chismes de vecindad
MORALEJA

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Dar oído a las habladurías
es labrar nuestro propio mal

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