El labrador y la vibora

Cierto día en una tarde de invierno, un labrador trabajaba en el bosque muy cansado y agotado por el trabajo y el infernal frio que hacia decidió abrigarse y descansar un poco. Y sentándose en una roca se cubrió con una manta para protegerse del frio y hasta prendió una fogata

De pronto escuchó un susurro de quejas y dolor se acercó y vió una víbora pobre e indefensa que agonizaba por el frio, sintió tanta tristeza que la cogió con mucho cuidado y se la puso al pecho para darle su calor.

Luego se la llevó a su casa donde la cuidó la protegió y le dió calor muy abrigada cerca de su chimenea la víbora fue recuperándose poco a poco hasta que recobró sus fuerzas y de pronto sin esperarlo la malagradecida e ingrata de la víbora mordió al labrador dejándole todo su veneno, el pobre labrador indignado y casi agonizando por el veneno se dijo:

"¡Bien merecido me lo tengo!, ¡por haberme compadecido de un ser malvado!
 
MORALEJA
No te confíes del malvado, creyendo que haciéndole un favor vas a cambiarle su naturaleza.
El labrador y la vibora
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