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Llegado el momento, en el que el ganso debía ser llevado a la mesa para ser el plato principal de la lujosa cena que estaban preparando los sirvientes de su dueño, la oscuridad hacía imposible saber cuál de las aves debían capturar.Sin poner demasiada atención, el sirviente agarró por el cuello al cisne pensando que era el ganso al que su mano estaba aferrando. Desesperado por ver su final acercarse, el cisne comenzó a lanzar su último canto. Afortunadamente para él, su dueño reconoció al instante su manera de cantar, salvándolo rápidamente de las manos de su torpe criado.
MORALEJA
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Antes de actuar mal contra alguien, asegúrate bien de su identidad.
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muy clasicas estas fabulas gracias
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