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Una mañana cuando volvía del río de saciar su sed, se encontró de bruces con un enorme león de abundante melena. Al ser la primera vez que se encontraba con esta fiera, sintió tal miedo, que salió corriendo todo lo rápido que sus cuatro patas le permitieron.Semanas más tarde, volvió a ver al mismo león y aunque todavía sentía un terrible temor, pero este no era tan acusado como antes, se quedó un rato mirándolo desde una distancia prudencial.
Tres días más tarde, la zorra se encontró de nuevo con el león. A pesar de que todavía no estaba muy tranquila en su presencia, se armó de valor y muy despacito se acercó hasta la posición del otro animal. Como este no mostraba signos de querer hacerle daño y parecía bastante simpático, la zorra dejo atrás sus temores y comenzó a charlar animadamente con el león.
MORALEJA
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Aunque eso que te de tanto miedo, deje de parécete peligroso, nunca dejes de ser prudente
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