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Las dos cabras, que comenzaron a atravesar el tronco al misma tiempo cada una por uno de los extremos, se encontraron frente a frente al llegar a la mitad del mismo. No les quedó más remedio que detenerse, puesto que no había espacio suficiente para que ambas pudieran pasar a la vez.La única solución era que una de ellas se echara a un lado para dejar paso a la otra, pero las dos cabras eran demasiado orgullosas y ninguna de ellas quiso hacerlo, pasando horas y horas en la misma situación.
Pero el tronco era viejo y estaba carcomido por las termitas, así que con el peso de ambos animales empezó a resquebrajarse hasta terminar partiéndose. Las dos cabras perecieron ahogadas por orgullosas y cabezotas
MORALEJA
Ser obstinado en lugar de cooperar, en desgraciado te suele transformar