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“Os permitiré quedaros aquí a cambio de algunos años de vuestras vidas”El perro, el buey y el caballo aceptaron el trato, y así el hombre logró alargar su vida gracias a ellos.
De este modo, el hombre se muestra inofensivo y amable en los primeros años que el Señor le concedió de vida. Luego, cuando suma los años del caballo se vuelve orgulloso, al llegar a los del buey se vuelve apto para ordenar y dirigir, y finalmente, cuando alcanza los correspondientes al perro, se vuelve irritable y gruñón, como corresponde a las características de cada uno de ellos.
MORALEJA

Vida prestada se muestra disfrazada
