</>
“¡Pobres incautos! Esos patitos acabarán como almuerzo del malvado cocodrilo. Una vez más se ha servido de sus tretas y ahora los devorará sin piedad”Efectivamente así fue. Los patitos cayeron en la malévola trampa del cocodrilo, y al acercarse para preguntarle cuál era el motivo de sus lágrimas, uno tras otro fueron acabando en el estómago del reptil.
Sin embargo, uno de los patitos que había quedado rezagado, fue muy astuto y llevó consigo un palo, el cual colocó entre las fauces del cocodrilo. Sin poder abrir ni cerrar la boca, el patito rescató a sus compañeros y todos marcharon de allí felices de haber podido sortear las malas artes del cocodrilo.
MORALEJA

Te puede interesar: 10 fábulas para niños escolares
Ingenio bien empleado siempre da buen resultado

Te puede interesar: 10 fábulas para niños escolares