“Yo apartaré de vosotros la mala ventura, atraeré el amor y la riqueza a vuestras vidas y mantendré a raya la ira de los dioses”
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Acusada de hechicería, fue juzgada por un tribunal, que determinó su condena a muerte en la hoguera. El día señalado para su ejecución, hallábase la hechicera atada a la pira esperando su fatal suerte cuando un hombre se acercó hasta ella para preguntarle.“Mujer, ¿Dónde quedaron tus poderes?¿Cuál es la razón de que te veas ante un destino tan triste?¿Cómo es que tú, que decías ser capaz de apartar la ira de los dioses, no has podido librarte de la cólera de estos jueces que te han condenado a morir en la hoguera?.”
La hechicera, resignada ante su triste final, contestó con sinceridad
“Porque los jueces no son tontos, amigo mío. Porque los jueces no son tontos”
MORALEJA
Por más que uses las mañas, al inteligente no engañas