El pato y la serpiente

Un pato, más orgulloso que agradecido de su suerte, se paseaba por la orilla de un estanque mientras monologaba de este modo:

"-¡Cuánto valgo! Más que nadie, desde luego, puesto que ningún otro animal tiene los dones que yo poseo. Soy de agua, tierra y aire; si me canso de nadar, lo mismo soy capaz de echara andar que de remontar el vuelo."

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Oíalo una serpiente, muy observadora y de lengua aguda, al oir hablar al pato le replicó: -¡Menos jactancia, señor pato! -interrupióle, no nada usted como los peces, ni corre como el gamo, no vuela como el águila. Todo lo hace ... pero a medias.

El pato aleccionado, se quedó callado y en silencio meditando.

MORALEJA

Una sola habilidad, bien aprendida, vale más que muchas sabidas