El criado negro

Había una vez un rico comerciante, que tras mucho perseguirlo, consiguió al fin hacerse con los servicios de un criado de raza negra. Como nunca en su vida había visto a un hombre con ese color de piel, pensó nada más verlo que el tono tan oscuro de su piel, estaba causado por no haber podido lavarse durante el tiempo que duró la travesía hasta su país.

- No consiento que nadie de mi casa esté así de sucio –dijo el mercader a sus otros criados-, usad todo lo que esté a vuestro alcance para que su piel luzca tan blanca como la vuestra.

Los criados, temiendo la cólera de su amo, se pusieron rápidamente manos a la obra, enjabonando frenéticamente al nuevo criado. A pesar de todo su empeño y el gasto de jabón, la piel del negro seguía siendo tan oscura como al comienzo del primer baño.

La única cosa que consiguieron con tan profunda limpieza, fue que el inocente criado, agarrara una pulmonía de tan grandes proporciones, que a punto estuvo de hacerle perecer.

MORALEJA

Infórmate muy bien de los hechos, para evitar actuar erróneamente