Harto de que las presas se le escaparan en el último momento, el león decidió hacerse amigo de un robusto e inocente asno. Tras mucho hablar sobre lo que uno y el otro debía hacer, salieron juntos de caza para intentar capturar a un pequeño rebaño de cabras montesas moraban en una cueva cercana.
Con mucho sigilo se acercaron a la boca de la cueva y pusieron en marcha el plan acordado. Mientras el león se quedaba aguardando la salida de las cabras, el burro debía introducirse en el interior de la cueva dando grandes coces y rebuznos para que el rebaño saliera corriendo hacia afuera.
Finalizada la emboscada, apareció el asno del interior de la cueva lleno de orgullo por lo bien que había interpretado su papel. Tan orgulloso estaba, que no dudó en destacar el gran arrojo que había tenido para echar a las cabras de su hogar.
- Has estado soberbio amigo -dijo el león-. Si no hubiera sido porque sabía que estabas actuando, habría salido corriendo tan asustado como las cabras.
Finalizada la emboscada, apareció el asno del interior de la cueva lleno de orgullo por lo bien que había interpretado su papel. Tan orgulloso estaba, que no dudó en destacar el gran arrojo que había tenido para echar a las cabras de su hogar.
- Has estado soberbio amigo -dijo el león-. Si no hubiera sido porque sabía que estabas actuando, habría salido corriendo tan asustado como las cabras.
MORALEJA
Siguiente fábula a aprender: El cabrito y el lobo
No te elogies a ti mismo, sino quieres ser el centro de las burlas de los demás
Siguiente fábula a aprender: El cabrito y el lobo
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Si tienes alguna fabula o creación literaria propia que quieres que te lo publiquemos aquí, pues solo es necesario que nos las envié