El gallo dictador

Vivían doce gallinas en un gallinero con sus polluelos y junto a ellas un gracioso ratoncillo que hacía las delicias de sus compañeros con sus ocurrencias, además de ayudarles en las faenas.

Un buen día, aquel gallinero en el que se respiraba paz y la felicidad se vio alterado por la llegada de un gallo que el dueño se había empeñado en traer.

Y es que buena acogida hubiese tenido el gallo de no ser por haberse comportado con orgullo y altanería, tratando de hacerse el amo del gallinero. Primero expulsó al ratoncillo a picotazos y después puso a las gallinas y sus polluelos a trabajar mucho más de lo necesario.

Así pues, las gallinas los polluelos y el ratoncillo se reunieron en secreto para sublevarse contra el gallo dictador y decidieron untar con pegamento un palo al que se encaramaba el gallo todas las mañanas para lanzar al viento su kikirikí. El plan funcionó y al día siguiente, cuando el gallo subió al palo, quedó allí atrapado por el ungüento. Todos los habitantes de aquel gallinero pudieron volver a su feliz vida de antaño, y con el paso de los días, tras pasar varias noches al fresco, el gallo comprendió que había obrado mal y pidió perdón a todos.

MORALEJA
Allí a donde fueres, haz lo que vieres
El gallo dictador
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