El hombre al que mordió un perro

En un lugar muy, pero que muy lejano, un hombre paseaba por una tranquila calle, cuando de repente apareció un perro ladrando de forma bastante nerviosa. A pesar de que intentó que este no se le acercara, el animal saltó contra su rostro. Por fortuna, pudo evitar que le mordiera en la cara, interponiendo su brazo izquierdo delante de la boca del animal.

Con una enorme herida en el brazo, el hombre corrió a buscar a alguien que pudiera aliviar el terrible sufrimiento por el que estaba pasando.

En estas estaba, cuando se encontró con un vecino que le dijo:

- En lugar de correr sin dirección, deberías probar a empapar un trozo de pan con la sangre que brota de tu herida, para lanzárselo al perro que te ha causado ese problema.

Una idea a la que el hombre contestó de forma inmediata:

- No deberías ponerte a dar consejos tan estúpidos. Si hiciera lo que tú me estás diciendo, no solo estaría premiando al perro que me mordió, también estaría animando a los demás a venir a morderme.

MORALEJA
Nunca premies la maldad, ya que si lo haces estarás animando a que se vuelva a repetir
El hombre al que mordió un perro
Ver también: Los 2 perros

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