El ciervo el manantial y el leon

Deseoso por saciar su sed, un ciervo se acercó a beber del manantial de aguas fresca y cristalina. Calmada la sed, levantó la cabeza y vio en el agua el precioso reflejo de su cabeza.

Al ver su poderosa cornamenta, se sintió tan orgulloso que nada parecía poder hacerle cambiar de parecer: sin embargo cuando miró un poco más abajo y se dio cuenta de sus delgadas piernas todo ese orgullo desapareció rápidamente. En estas observaciones estaba, cuando de repente apareció un enorme león con la intención de devorarlo.

Raudo y veloz salió a la carrera el ciervo, consiguiendo en muy poco tiempo una enorme distancia. Cuando el animal ya se veía salvado, se topó con las frondosas copas de los árboles del bosque, las cuales le impedían avanzar tan rápido como a él le gustaría. Gracias a ellas, el león pudo alcanzarlo sin demasiado esfuerzo. A ver como su perseguidor se encontraba a pocos metros de su posición, el ciervo exclamo:

-¡Pobre de mí! Yo que pensaba que mis cuernos iban a ser mis mejores aliados y en realidad son los causantes de mi desdicha.

MORALEJA
Confía en las personas que no parezca que te hagan caso, ya que son las que te ayudarán en los momentos difíciles
Fabula el cuervo, el manantial y el leon
Fábula: El león y la liebre

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