El león, la zorra y el lobo

Agotado y con claros síntomas de estar enfermo, el rey de la selva decidió irse a descansar a su cueva. Preocupados por su estado, todos los animales, menos la zorra, fueron a interesarse por su salud.

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Aprovechando su visita, el lobo decidió poner de manifiesto la ausencia de la zorra diciéndole al león:

- Señor, a pesar del estado en que os encontráis, esa malvada zorra no se ha dignado a asomar el hocico por aquí.

Justo en ese momento apareció la zorra, la cual corrió rápidamente a justificarse ante el león que tan mal la estaba mirando.

- No tenéis razón para enfadaros. He llegado tan tarde porque he caminado de un lado a otro para encontrar al médico que pudiera darme la receta para curar el mal que tanto os hace sufrir.

-¿Qué receta es la que has conseguido?-dijo el lobo malhumorado-

- La siguiente: para el león curar, una piel de lobo encima ha de llevar.

Nada más escuchar esto, el lobo fue despojado de su piel, mientras la zorra riendo divertida decía:

- Nunca incites al rey hacia las malas acciones, si no quieres que estas se vuelvan contra ti.

MORALEJA

Quien actúa mal contra otros, es el primero en verse perjudicado

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