El sapo y la luciernaga

En el silencio de la noche oscura iba una luciérnaga volando, cuando de repente un sapo que por allí se encontraba, al ver como destacaba su luz y la belleza de ésta, le escupió con su mortífera saliva quedando la luciérnaga muy mal parada.

Moribunda y viéndose en tan terrible trance sin haber hecho nada para merecerlo, la luciérnaga se dirigió al sapo para pedirle explicaciones por aquella acción

No entiendo, sapo, por qué atentaste contra mi vida si yo ningún mal te hice. Tan sólo paseaba mostrando mi luz en la oscuridad de la noche tal y como tengo costumbre

A lo que el sapo, que era un envidioso,replicó:

Eso te ha ocurrido por ser un bicho imprudente. ¿Acaso no sabes que las distinciones siempre salen caras? Si no hubieses brillado como lo haces no te hubiese escupido

Y es que es bien sabido que los mediocres no soportan que nadie salga de la mediocridad y de un modo u otro siempre tratarán de impedirlo aunque no ganen nada con ello

MORALEJA
Del envidioso debes cuidarte pues tu felicidad tratará de arrebatarte
El sapo y la luciernaga

Te puede interesar: La mujer intratable
-->
Si te gusta lo que lees, danos un +1