El aguila y el ruiseñor

Cantaba un ruiseñor en el bosque alegrando a todos con su trino, pero un águila hambrienta que pasaba por allí, decidió que mejor servicio le hacía a su estómago que a sus oídos, así que se lanzó desde las alturas sobre él y lo cazó con sus garras.

Viendo cercano su final el ruiseñor trató de convencer al águila de que le dejara libre y para ello no se le ocurrió otra cosa que decirle lo siguiente:

Señora águila, permitidme que os dé un consejo. Yo soy un pájaro muy pequeño y conmigo no lograreis saciar vuestra hambre, así que mejor sería si me soltaseis y buscaseis una presa de mayor tamaño.”

Pero el águila sabía que aunque fuese cierto, mejor era un pequeño bocado que nada, y le respondió:

Por muy estúpida debes tomarme pequeño ruiseñor, si crees que voy a soltarte por otra presa a la que ni siquiera he visto aún” Así que el ruiseñor no pudo librarse de su triste final y sirvió como alimento al águila hambrienta.

MORALEJA
Dejar por una ilusión lo afianzado, es comportamiento equivocado
El aguila y el ruiseñor
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