El pastor y el mar

Cierto día un pastor pastaba su rebaño de ovejas a orillas del mar, entonces este viendo lo suave y calmado que estaban las aguas, se le prendió la idea de ser comerciante e irse al otro lado de la costa a vender su rebaño:

El viaje seria breve y de provecho; se dijo y sin pensarlo dos veces subió su rebaño a un bote y comenzó a remar hasta el otro extremo de la costa

Cuando llegaron y desembarcaron y llevo su rebaño al mercado, logro venderlas a buen precio, y con el dinero obtenido de la venta se dedico a comprar muchas frutas africanas en grandes  cajas. Las cuales las llevo al bote y emprendió el viaje de regreso, pero en el transcurso se desató una gran tormenta inesperada haciendo zozobrar en mas de una ocasión la pequeña embarcación. La tormenta era cada vez mas peligrosa y temiendo por su vida, decidió tirar al mar la mercancía para salvarse.

Pasado el peligro y encontrándose a orillas del mar el pastor se puso a llorar desconsoladamente al saber que perdió su rebaño y la mercancía que había comprado con el dinero de las ventas, cuando en eso paso un señor y conmovido por su tristeza le dijo:

-Tranquilo esta el mar mi buen amigo, ¿porque no te animas a sacarle nuevamente algún provecho ?

Desengáñate amigo, contesto el pastor todo apenado: "Cuando el mar se aquieta es porque desea mas frutas"

MORALEJA
No pierde bienes ni paciencia,
el que usa la experiencia
El pastor y el mar
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